domingo, 27 de noviembre de 2016

Instrumentos musicales


Cuenta la tradición que el rey David, hacia el primer milenio antes de Cristo, inventó un arpa, que luego los griegos llamaron eólica, en homenaje a Eolo -dios del viento-, porque debía ser suspendida en el aire para que el viento del Norte, al herir sus cuerdas, le arrancara sonidos a cuyo arrullo conciliaba el sueño. Por lo demás, la Biblia ha recogido cantos litúrgicos -como los salmos del mismo rey David- que luego pasaron a la Iglesia cristiana. Por eso los musicólogos modernos han podido corroborar que una de las fuentes del canto primitivo cristiano es la música hebrea., tendiendo así un puente entre Oriente y Occidente.

Los sacerdotes de Palestina no descuidaron tampoco el aspecto mágico y fascinante de la música e hicieron de ella uno de los elementos esenciales de su liturgia. Parece ser, además, que el músico profesional existía ya en tiempos del rey David, pero el apogeo del arte musical correspondió al reinado de Salomón, durante cuyo gobierno el templo de Jerusalén llegó a tener un cuerpo de casi cuatro mil músicos-sacerdotes.

Los principales instrumentos hebreos fueron la trompeta, el cuerno o shofar, y una especie de flauta llamada chalil, a los que se agregaron el cinor, el cistro y los platillos.
 
He aquí algunas sugerencias sobre música sacra:
1
Monoliths & Dimensions, de Sunn O))) (2009)
Monoliths & Dimensions es lo más cerca que la música experimental estará jamás de lo místico considerado como experiencia sensorial más que espiritual.
2

Symphony nº 3, de Henryk Górecki (1976)
Symphony nº 3, la obra más conocida del compositor católico polaco Henryk Mikolaj Górecki, está considerada como una de las cumbres de la música clásica contemporánea junto con el omnipresente Adagio para cuerdas de Samuel Barber.
 3

Le Mystére des Voix Bulgares, Le Mystére des Voix Bulgares (1986)
Las cantantes del coro, todas ellas campesinas de las zonas rurales búlgaras, son seleccionadas por la
belleza de sus voces y por su conocimiento del folklore musical de su país.
 4
Vertebrae, de Enslaved (2008)
Música sacra noruega, sección paganismo vikingo. Entre 1992 y 1998, 52 iglesias cristianas fueron incendiadas en Noruega. Aunque la policía sólo pudo detener a unos cuantos sospechosos, era vox populi que los responsables se encontraban entre las bandas noruegas de la escena black metal.
 5


Litany, de Arvo Pärt (1994)
Litany es una de las obras más accesibles y
radicalmente minimalistas del compositor estonio Arvo Pärt, que a principios de los años 70, y tras una crisis espiritual, abandonó el dodecafonismo y el serialismo para estudiar canto gregoriano y unirse a la iglesia ortodoxa rusa.
 6
Secret Name, de Low (1999)
Low es un trío de Duluth, Minnesota, 2/3 del cual (el guitarrista Alan Sparhawk y su mujer Mimi Parker) profesan la religión mormona. De hecho, el nombre de este disco,
Secret Name, hace referencia a una peculiar ceremonia mormona en la que todos los miembros de la iglesia reciben un “nombre secreto”. Famosos por la lentitud y parsimonia casi catatónica de sus canciones, Low son el máximo exponente de la música devocional adaptada a los gustos del público contemporáneo. Mantras para fans de The Wire, en resumen.
  7 

Jun Ray Sung Chang, de Asa-Chang & Junray (2002)
Conocido básicamente por
esta maravilla llamada Hana, Jun Ray Sung Chang es la obra que dio a conocer en Occidente a Asa-Chang & Junray, el grupo del percusionista japonés Asa Chang, maestro del dandud, una especie de bongo indonesio que él toca como si se tratara de una tabla hindú.
 8
Wrong-Eyed Jesus!, de Jim White (1997)
Si tuviéramos que ponerle banda sonora a
Gótico Americano, el famoso cuadro de Grant Wood, la elección más obvia sería el disco Wrong-Eyed Jesus! de Jim White, un cantante country-folk sureño producto de una estricta educación religiosa pentecostalista sumada a un empacho de novelas de Cormac McCarhty, William Faulkner y Flannery O’Connor. El mismo Jim White lo define así: “Veo el mundo a través de la iglesia, intensa, apasionadamente, en espíritu y mente, lo que yo llamo ver el mundo con las gafas de Jesús.
 9

Doolittle, de Pixies (1989)
Las referencias bíblicas en la música de Pixies suelen quedar sepultadas por otros aspectos más llamativos de su música.
10

The Dream of Jacob, Krzysztof Penderecki (1974)
El compositor y director de orquesta polaco Krzysztof Penderecki ha sido siempre una rara avis en el terreno de la música sacra. A mediados de los años 70, abandonó el camino musical que había recorrido hasta el momento y se centró en el tritono, un intervalo melódico que, por su sonido
siniestro, era conocido en la Edad Media como diabolus in musica. De hecho, el tritono llegó a estar prohibido durante buena parte del medioevo, y en la actualidad es la piedra de clave de absolutamente toda la música extrema, sección metal (aquí lo tienen en todo su melenudo y aceleradísimo esplendor). The Dream of Jacob, basada en el conocido pasaje de la Biblia en el que Jacob sueña con una escalera por la que los ángeles ascienden y descienden del cielo, es una de sus composiciones más peculiares de principios de los años 70. En ella, Penderecki transmite una idea claustrofóbica, casi aterradora, de la experiencia divina.
11

Duality, Lisa Gerrard & Pieter Bourke (1998)
Aunque no está nada claro si Lisa Gerrard se considera a sí misma como una cristiana renacida o no (el debate entre sus seguidores desprende chispas), de lo que no cabe duda es de que sus fantasmales melodías vocales de contralto no están cantadas en ningún idioma conocido, sino en un supuesto
lenguaje místico desconocido, lo que en las comunidades protestantes o pentecostalianas se conoce como don de lenguas y, más científicamente, como glosolalia. Cristiana renacida o no, Lisa Gerrard bebe de fuentes musicales mediterráneas y asiáticas, y, más concretamente, del canto gregoriano, las melodías sufís y la música devocional judía.
 

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